La conferencia en formato telemático tuvo como expositores a Pablo Cabrera, ex embajador de Chile en Rusia y Ucrania e investigador del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile; y a Eduardo Hodge, Doctor en Historia, analista internacional y profesor de las Universidades Autónoma y Finis Terrae.
“Ucrania y Rusia, más allá de la Guerra Fría” fue la primera actividad académica del año organizada por la Escuela de Humanidades y contó con los comentarios del Director de esta unidad, Doctor en Filosofía y Cientista Político, Sebastián Buzeta; y del académico UGM Pablo Maillet, profesor del curso “Filosofía de la Crisis Social”.
La conferencia comenzó con una contextualización histórica de la relación entre Rusia y Ucrania, a cargo de Javier Castro, moderador de la actividad, Director de la carrera de Licenciatura en Historia UGM, quien tiene un doctorado en Historia y un Magíster en Estudios Internacionales. El profesor Castro mencionó varias situaciones que han marcado la historia conjunta entre ambas naciones, como la muerte de cuatro millones de ucranianos a manos del régimen soviético, la cesión de la península de Crimea desde la URSS a Ucrania en la mitad del Siglo XX, las hambrunas, la crisis nuclear de Chernóbil, la reciente anexión de Crimea por parte de Rusia, y la crisis del Dombás.
Por su parte, el ex embajador Pablo Cabrera enfatizó la necesidad de identificar los elementos que están dando cuenta del inicio de un nuevo orden mundial a raíz de la incursión rusa en territorio ucraniano, y la incapacidad del sistema internacional para evitarlo. Apuntó a que el objetivo primario en Ucrania del Presidente Vladimir Putin con la denominada “Operación Militar Especial” era forzar a una negociación para conseguir garantías para su propia seguridad como nación.
En opinión del diplomático, “Putin vio en la pandemia una oportunidad, lo mismo que en la desunión de Europa luego del retiro de Estados Unidos de las alianzas internacionales donde actuaba como potencia. Y sumado a eso, el cambio de gobierno en Alemania y el Brexit. Putin vio una Europa débil y a una Ucrania asimétrica. A la luz de lo sucedido, creo que se ha mostrado que la línea era lograr una negociación y esta ‘Operación Militar Especial’ iba enfocada a ello, si no Kiev ya estaría destruida y habría una situación mucho más dramática”, puntualizó Cabrera.
El profesor Eduardo Hodge abordó la invasión rusa desde una óptica geopolítica. Recordó que Ucrania constituye una barrera entre Europa y Rusia. Y, por otra parte, tiene condiciones que lo hacen un territorio de interés estratégico “por su posición en el mapa, por la posibilidad de acceder a Europa. Porque es el pasadizo del gas ruso a Occidente, por su tamaño, por su conexión con el Mar Negro y por la opción que dan sus costas para conectar países como Siria y otros de la región. La gran “maldición” de Ucrania es estar en el camino que conecta a Rusia con el mundo”, subrayó.
Hodge agregó que “los intereses de Rusia por Ucrania no son ideológicos, sino que son económicos y políticos. Sin Ucrania, Rusia no es mucho. Necesita a Ucrania para mantener su influencia en Europa… Rusia está velando por sus intereses políticos y económicos, porque si Ucrania cae en manos de Europa, de Occidente y la OTAN, los rusos perderían mucho en lo geopolítico y en lo económico”.
- Las consecuencias del conflicto entre Rusia y Ucrania han sido devastadoras. La ONU informó el 17 de marzo que 780 civiles han muerto en Ucrania. Sin embargo, medios periodísticos como la Revista Time cifran en 2 mil las muertes de civiles ucranianos. Los bombardeos de varias cuidades han dejado cientos de edificios destruidos o con graves daños estructurales.
- La crisis también ha generado un enorme problema humanitario. De acuerdo con datos entregados esta semana por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de tres millones ciento setenta mil personas han dejado suelo ucraniano para proteger sus vidas. Según el mismo informe, a Polonia han llegado más de un millón novecientos mil refugiados.